Comidas
caseras
El “tupper” puede ayudarnos a llevar una alimentación más saludable y equilibrada en el lugar de trabajo.
En la sociedad actual,
cada vez es más habitual que nos llevemos la comida a cuestas al trabajo o al
lugar de estudios. Y eso es así porque sale más barato y porque, muchas veces,
es una elección que favorece una dieta más saludable que la que nos ofrezcan en
un restaurante de menús: se supone que la noche anterior reflexionamos sobre lo
que vamos a comer al día siguiente, sobre los contenidos que vamos a poner
dentro del tupper, y se supone que lo hacemos siguiendo los criterios propios
de una dieta equilibrada. Para las personas con diabetes, llevas la comida
preparada desde casa es una opción más que interesante, porque vamos a ser
capaces de calibrar con precisión todo lo que ingerimos, de la misma manera que
lo haríamos en nuestro hogar.
Debemos librarnos de
los prejuicios que suelen estigmatizar la comida de tupper. No es una comida
monótona o insípida, como quizás nos pareciera el bocadillo que nos llevábamos
al recreo cuando éramos escolares. Bien al contrario, puede ser sabrosa y tan
divertida como nos propongamos.
¿Restaurante o tupper?
Acudir a un restaurante
con sensibilidad por los alimentos saludables puede ser una buena idea. Sin
embargo, al margen de mayor coste económico que supone esa elección, en un
restaurante podemos tener la tentación de apostar por los platos que menos nos
convengan. Podemos alejarnos muy fácilmente del clima reflexivo con el que más
probablemente prepararíamos un tupper, en nuestra casa, la noche anterior a su
consumición. Varios estudios demuestran que cuando las personas comen fuera de
casa, tienden a comer más cantidad, más calorías y más grasas. Si compramos la
comida, deberemos ceñirnos a lo que nos ofrezcan los restaurantes más próximos
o las máquinas de vending (que deberíamos evitar a toda costa, porque suelen ofrecer
productos poco caracterizados por el equilibrio nutricional. A veces nos podemos sentir presionados a pedir la misma comida que
nuestros compañeros de trabajo. Si nos llevamos la comida desde casa al
trabajo, a la escuela, al instituto o a la universidad, será más fácil que
tomemos las decisiones sobre nuestra alimentación con mayor libertad. Si
preparamos nuestra propia comida, seremos nosotros quienes decidiremos que
platos tendrá nuestro menú de mediodía. Así mismo tendremos el control sobre los
carbohidratos y calorías que ingerimos. Además, preparamos nosotros mismos una
comida saludable nos puede ayudar a perder peso, a reducir el cansancio de
mediodía y a controlar los niveles de glucosa en la sangre.
Los expertos coinciden
en que prepararnos la comida en casa contribuye a que tengamos una alimentación
mejor con menos calorías y con menos grasas. Cuantas más comidas caseras
podamos ingerir cuando estemos fuera de nuestro hogar, mejor que mejor.
Más allá del bocadillo
Son muchos los platos
sencillos que podemos preparar para llevar en la bolsa térmica porta-alimentos.
Un bocadillo es una propuesta interesante para un día, pero podemos preparar
muchas otras propuestas para el resto de jornadas de la semana. En la otra
pieza sobre el tema que acompaña al presente artículo, se dan algunas ideas.
Pero podemos investigar y explorar muchas otras opciones. Nuestro nutricionista
o médico nos puede echar una mano. Y también disponernos de innumerables
recetas de tupper saludables en internet.
Quienes más saben de
comida casera para llevar al trabajo, aseguran que un buen tupper tiene sus
cimientos, muchas veces en el pan. El pan integral, más saludable y que
aguantará mejor hasta la hora de la comida, es una buena idea. Por supuesto,
con pan integral podemos preparar un excelente bocadillo de pavo con una
ensalada de judías de acompañamiento. En vez de mahonesa podemos probar un
hummus. Algunos dietistas proponen reemplazar la lechuga con espinacas -
ofrecen un pobrísimo nivel de calorías -
en bocatas y ensaladas.
Para ciertos alimentos,
sobre todo cuando recurrimos a la comida casera a diario y no abusamos del
bocadillo, es bueno saber si vamos a disponer de una nevera en nuestro lugar de
trabajo o estudios. Fruta, ensaladas verdes, huevos hervidos, pollo y ensaladas
de atún, se conservarán a la perfección en la nevera. Y debemos tener también
presente que si disponemos también de un microondas, las sobras de la cena del
día anterior las podemos volver a calentar y, voilá, ya tenemos una comida
fácil y nutritiva. La ensalada es una de las mejores maneras de dar salida a
las sobras.
Como ocurre con toda
comida saludable, la clave es comprar con sabiduría y planificar. Es bueno
tener siempre en casa frutas y verduras que pueden ser ingeridas crudas, como
tomates, apio, zanahoria. Los yogurts o quesos bajos en calorías también son
productos que siempre deberemos tener a nuestra disposición a la hora de
preparar el tupper que nos vamos a llevar al día siguiente.
La nutricionista y
educadora en diabetes Susan Weiner, autora del libro The Complete Diabetes
Organizer: Your Guide to a Less Stressful and More Monageable Diabetes Life (El
organizador completo para la diabetes: Tu guía para una vida con diabetes menos
estresante y más manejable), ofrece varios consejos para que llevarnos la
comida al trabajo o aula sea un hábito ameno y saludable.
Bibliografía: Revista Diabetesfede
La revista de la federación de diabéticos españoles
Comentarios
Publicar un comentario
Deja tu comentario y dime que te ha parecido esta nueva entrada.
No olvdes hacerte seguidor si te ha gustado el blog.
Los comentarios anonimos es posible que no sean publicados.
Este blog no participa en cadenas de premios.