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lunes, 12 de mayo de 2014

Comidas caseras y el beneficio de llevar nuestro tupper al trabajo o lugar de estudios





Comidas caseras




El “tupper” puede ayudarnos a llevar una alimentación más saludable y equilibrada en el lugar de trabajo.

En la sociedad actual, cada vez es más habitual que nos llevemos la comida a cuestas al trabajo o al lugar de estudios. Y eso es así porque sale más barato y porque, muchas veces, es una elección que favorece una dieta más saludable que la que nos ofrezcan en un restaurante de menús: se supone que la noche anterior reflexionamos sobre lo que vamos a comer al día siguiente, sobre los contenidos que vamos a poner dentro del tupper, y se supone que lo hacemos siguiendo los criterios propios de una dieta equilibrada. Para las personas con diabetes, llevas la comida preparada desde casa es una opción más que interesante, porque vamos a ser capaces de calibrar con precisión todo lo que ingerimos, de la misma manera que lo haríamos en nuestro hogar.

Debemos librarnos de los prejuicios que suelen estigmatizar la comida de tupper. No es una comida monótona o insípida, como quizás nos pareciera el bocadillo que nos llevábamos al recreo cuando éramos escolares. Bien al contrario, puede ser sabrosa y tan divertida como nos propongamos.



¿Restaurante o tupper?

Acudir a un restaurante con sensibilidad por los alimentos saludables puede ser una buena idea. Sin embargo, al margen de mayor coste económico que supone esa elección, en un restaurante podemos tener la tentación de apostar por los platos que menos nos convengan. Podemos alejarnos muy fácilmente del clima reflexivo con el que más probablemente prepararíamos un tupper, en nuestra casa, la noche anterior a su consumición. Varios estudios demuestran que cuando las personas comen fuera de casa, tienden a comer más cantidad, más calorías y más grasas. Si compramos la comida, deberemos ceñirnos a lo que nos ofrezcan los restaurantes más próximos o las máquinas de vending (que deberíamos evitar a toda costa, porque suelen ofrecer productos poco caracterizados por el equilibrio nutricional. A  veces nos podemos sentir  presionados a pedir la misma comida que nuestros compañeros de trabajo. Si nos llevamos la comida desde casa al trabajo, a la escuela, al instituto o a la universidad, será más fácil que tomemos las decisiones sobre nuestra alimentación con mayor libertad. Si preparamos nuestra propia comida, seremos nosotros quienes decidiremos que platos tendrá nuestro menú de mediodía. Así mismo tendremos el control sobre los carbohidratos y calorías que ingerimos. Además, preparamos nosotros mismos una comida saludable nos puede ayudar a perder peso, a reducir el cansancio de mediodía y a controlar los niveles de glucosa en la sangre.

Los expertos coinciden en que prepararnos la comida en casa contribuye a que tengamos una alimentación mejor con menos calorías y con menos grasas. Cuantas más comidas caseras podamos ingerir cuando estemos fuera de nuestro hogar, mejor que mejor.



Más allá del bocadillo


Son muchos los platos sencillos que podemos preparar para llevar en la bolsa térmica porta-alimentos. Un bocadillo es una propuesta interesante para un día, pero podemos preparar muchas otras propuestas para el resto de jornadas de la semana. En la otra pieza sobre el tema que acompaña al presente artículo, se dan algunas ideas. Pero podemos investigar y explorar muchas otras opciones. Nuestro nutricionista o médico nos puede echar una mano. Y también disponernos de innumerables recetas de tupper saludables en internet.

Quienes más saben de comida casera para llevar al trabajo, aseguran que un buen tupper tiene sus cimientos, muchas veces en el pan. El pan integral, más saludable y que aguantará mejor hasta la hora de la comida, es una buena idea. Por supuesto, con pan integral podemos preparar un excelente bocadillo de pavo con una ensalada de judías de acompañamiento. En vez de mahonesa podemos probar un hummus. Algunos dietistas proponen reemplazar la lechuga con espinacas - ofrecen un pobrísimo nivel de calorías -  en bocatas y ensaladas.

Para ciertos alimentos, sobre todo cuando recurrimos a la comida casera a diario y no abusamos del bocadillo, es bueno saber si vamos a disponer de una nevera en nuestro lugar de trabajo o estudios. Fruta, ensaladas verdes, huevos hervidos, pollo y ensaladas de atún, se conservarán a la perfección en la nevera. Y debemos tener también presente que si disponemos también de un microondas, las sobras de la cena del día anterior las podemos volver a calentar y, voilá, ya tenemos una comida fácil y nutritiva. La ensalada es una de las mejores maneras de dar salida a las sobras.

Como ocurre con toda comida saludable, la clave es comprar con sabiduría y planificar. Es bueno tener siempre en casa frutas y verduras que pueden ser ingeridas crudas, como tomates, apio, zanahoria. Los yogurts o quesos bajos en calorías también son productos que siempre deberemos tener a nuestra disposición a la hora de preparar el tupper que nos vamos a llevar al día siguiente.


La nutricionista y educadora en diabetes Susan Weiner, autora del libro The Complete Diabetes Organizer: Your Guide to a Less Stressful and More Monageable Diabetes Life (El organizador completo para la diabetes: Tu guía para una vida con diabetes menos estresante y más manejable), ofrece varios consejos para que llevarnos la comida al trabajo o aula sea un hábito ameno y saludable.




Bibliografía: Revista Diabetesfede

La revista de la federación de diabéticos españoles

  
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